Y aquí surge la duda con los más pequeño, ¿Le he abrigado suficiente? ¿Se convertirá en Frozen? ¿Será un perrito caliente?
Pues aquí mi recomendación, la manera que yo uso en mi trabajo, con los más pequeños, siempre suelo ponerles una capa de ropa más de la que lleve yo.
Y otro ejemplo, con los bebés, es que toques el cuello del bebé por detrás, y mires, si está frío, tiene frío, si está calentito, tiene calor, y eso te ayuda a medir cuantas capas, o que ropa necesita tu hijo.
En el cole muchas veces lo que hacemos con los de infantil es que si no hace ni mucho frío, ni mucho calor, sacamos a los niños al patio sin abrigo (esto no quiere decir que no estén abrigados, ya que llevan, polos, jerseys y baby y algunos incluso camisetas interiores) y ¿por qué hacemos esto? Muy sencillo, porque los niños están corriendo y jugando, y para que las pobres profesoras no tengan que cargar luego con 24 abrigos, pues así nos ahorramos todos un paso, y todos contentos.
Espero que este consejo de hoy os ayude en esta época de primavera!
Un saludo de Superprof!
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